Te extrañaré en las Velas de Mayo, mi querido doctor Blas. Esas fiestas que se preparan aquí durante todo el año, con la comida, los platos de iguana, el pollo garnachero y las tlayudas, esos platillos del Istmo que tu madre te enseñó a amar desde niño. Luego, el baile y el jolgorio hasta terminar en la madrugada, cuando la banda comienza a tocar Lucero de la mañana. No serán lo mismo sin ti.

Siempre supiste cómo vivir y disfrutar, siempre fuiste una persona muy valiente, metido en la realidad social y sindical. Recuerdo cuando nos dijiste que hiciéramos una planilla para competir. Éramos unos chamacos y no nos querían tomar en serio. Nos llamaban Los contras porque íbamos en contra del sistema sindical establecido. Perdimos, claro, pero nunca nos echamos para atrás.  

Tenías 44 años y llegaste a encargado de la Unidad Médica Municipal de Juchitán porque sabías cómo tratar a la gente, porque hablabas zapoteco y eso era lo más importante cuando atiendes en uno de los centros médicos más marginados de la zona. 

Cuando nos avisaron de tu fallecimiento, lo primero que sentimos fue coraje porque tantas cosas faltaban en ese centro de salud y, a pesar de las denuncias de tu esposa, que también era enfermera ahí, no se pudo hacer nada. 

Eres ya el segundo compañero del grupo que se nos va. El primero fue por el terremoto de 2017. Ahora tú, Pablo. Te vamos a extrañar. 

Testimonio:

Palmira Cruz Ruiz (compañera de trabajo)

Reportero:

Juan Manuel Coronel