Mi papá fue despedido con honores en el municipio de Los Reyes, aquí en Michoacán. La gente lo recuerda como un gran doctor y, además, como alcalde del Partido de la Revolución Democrática, de 1990 a 1992. Fue el primer gobernante de oposición. 

Recuerdo bien una de sus anécdotas: nos contó que llegó un bebé que no podía respirar y lo reanimó, y salió corriendo del consultorio del hospital civil al hospital infantil, que se encontraba unas cuadras. Así lo salvó. 

Siempre leía libros de historia de México y sobre las luchas sociales en América Latina. Se le recuerda en el municipio por su trabajo social; abrió caminos a la ciudad, construyó unidades médicas, canchas y zonas deportivas. Ayudó también a los jóvenes de Los Reyes que iban a estudiar medicina a Morelia. Sabía lo difícil que era. Era el tercero de 10 hermanos. Sufrió demasiado de niño. Por eso, su compromiso era ayudar a las personas que más lo necesitaban. 

Siempre fue un gran deportista, corredor de maratones en la Ciudad de México y Mazatlán. Así que, aun con sus 60 años, siguió en el hospital. Pudo argumentar que era población de riesgo y dejar de ir al hospital, pero su objetivo era salvar vidas.

Testimonio:

Francisco Lunar Pedroza (hijo)

Reportero:

Juan Manuel Coronel