Hicimos un video juntos cuando me tocó atenderlo en el área Covid-19. Lo encontré bien, aún con tanque de oxígeno. Aprovechó para mandar sus tradicionales “saludos para la banda”. Me dijo que si algo pasaba se lo enseñara a su familia. 

La realidad, le gustaba divertirse y el trago. Así era El Jefe Velio, como le decíamos. En sus cumpleaños siempre invitaba la comida y hacía buenas fiestas. 

Fue representante sindical. Participó en varias planillas y ganó. Muchas personas del hospital lo conocían y les caía muy bien. Era un líder. Sabemos que a los jefes casi nunca los quieren, pero era todo lo contrario con él. Siempre fue apreciado por el personal de enfermería. Era resolutivo y no era mandón. Cuando había mucho trabajo, no se quedaba en el escritorio. Bajaba a urgencias a colaborar. 

Uno ve la vida después de la enfermedad y piensa: “Todos somos sustituibles”. Unos se van y llegan otras personas en su lugar, pero ellos no son sustituibles para nosotros, para sus amigos y compañeros. Los extrañamos.

Testimonio:

Médico Arsenio Torres (compañero de trabajo)

Reportero:

Juan Manuel Coronel